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noviembre 03, 2020

Muchas discusiones legislativas se están realizando sin consideraciones técnicas y científicas suficientes

Muchas discusiones legislativas se están realizando sin consideraciones técnicas y científicas suficientes

Con esta entrevista al destacado académico Dante Queirolo Palma, abrimos nuestro especial dedicado a la pesca de arrastre en Chile y que pretende, por medio de distintas voces, entregar información a la ciudadanía de este arte de pesca con el cual realizamos nuestras capturas de merluza común.Cabe destacar que PacificBlu, según información del Instituto de Fomento Pesquero, ha superado el 98% de selectividad en las capturas de esta emblemática especie, algo que nos hace sentir orgullosos.

Dante Queirolo debe ser una de las voces más respetadas al momento de hablar de artes de pesca en Chile. Este académico de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, asegura que el interés por las ciencias del mar surgió en él por la práctica de la pesca deportiva que realizaba desde niño junto a su familia. “Desde pequeño mi padre me motivó en esta práctica, donde el respeto al medio ambiente y la curiosidad por el comportamiento de especies seguramente fue un primer estímulo para elegir la profesión”, nos cuenta.

Este ingeniero pesquero de profesión se fue interesando en el estudio, en particular, de los artes de pesca y su selectividad mientras era estudiante pues asegura que se trataba de una de las asignaturas que más lo motivó y en su desarrollo profesional ha sido autor de importantes estudios en la materia. En esos años, asegura, “el sector pesquero nacional estaba comenzando a evidenciar problemas y era creciente la necesidad por mejorar las prácticas de captura, entre ellas la selectividad”. Así fue como diversos proyectos de investigación fueron financiados por parte del Fondo de Investigación Pesquera (FIP) y de este modo todo un equipo de trabajo fue ganando experiencia”.

El año pasado estuvo exponiendo en la Comisión de Pesca del Senado ¿Cómo fue la experiencia?

Son pocas las oportunidades para exponer puntos de vista en instancias tan relevantes y, ciertamente, considero que fue positivo asistir a una sesión de la Comisión. Sin embargo, considero que muchas discusiones legislativas se están realizando sin consideraciones técnicas y científicas suficientes. Con bastante extrañeza debemos escuchar intercambios de opiniones con fundamentos débiles, y lo que resulta más doloroso es que nuestro país dispone de una base de conocimiento que permitiría una discusión con una altura de mira bastante superior. Por ejemplo, los Comités Científico-Técnicos son una instancia de asesoría formal a la administración pesquera, que perfectamente bien podrían colaborar con las Comisiones de Pesca cuando se tratan proyectos de ley. Sin embargo, desde el año 2013 en que participo en estos Comités, no he escuchado que se requiere nuestra opinión, lo cual es bastante extraño. En otras palabras, el país cuenta con conocimiento científico para asesorar, pero esa asesoría es parcial y no es valorada para la formulación de leyes de mediano y largo plazo, lo cual resulta insólito. Sin duda la discusión legislativa ha estado más preocupada de responder a las demandas sociales, lo que está bien desde la concepción idealista, pero lamentablemente se generan expectativas que no necesariamente se podrán cumplir en la realidad.

A propósito de la discusión de la Ley Corta de Pesca, muchas voces en el parlamento han señalado que es una buena oportunidad para eliminar la pesca de arrastre ¿Qué te parece esto?

Independiente del contexto de discusión de la ley, considero que la eliminación de la pesca de arrastre se ha expuesto a la opinión pública en general como una estrategia para evidenciar las diferencias entre sectores productivos, cada uno con distintos deseos y aspiraciones, pero en el fondo del asunto entorpece la posibilidad de trabajar sobre las mejoras requeridas. Quisiera ejemplificar esto en las pesquerías de crustáceos (camarón nailon, langostino amarillo y langostino colorado), en las cuales se ha trabajado por más de una década en proyectos de mejora para reducir la interacción del arte de pesca. El avance en términos de regulación del arte, estado de situación del stock y la reducción de impactos ha permitido que estas pesquerías estén actualmente certificadas bajo los estándares más exigentes a nivel mundial, lo cual debería ser conocido y reconocido en el país. Otras pesquerías están en el mismo camino, lo cual demuestra que no es el arte de pesca el impedimento para avanzar en pesquerías sustentables.

¿La pesca de arrastre en nuestro país tiene muy “mala fama”, esto es un fenómeno nacional o pasa algo parecido en otros países?

La mala fama de la pesca de arrastre se debe a las malas prácticas en la actividad pesquera y que, en una medida importante, se han realizado con este arte de pesca. Quiero ser enfático en señalar que el arte de pesca en sí mismo no es el problema, sino que la operación extractiva asociada a redes de arrastre no ha estado exenta de errores en el pasado. Con esto quiero decir que altos niveles de descarte por ejemplo, que fueron algo “normal” en el pasado, es visto como un problema del arte de pesca, no obstante la causa del descarte se debió a múltiples razones, ya sean comerciales, administrativas, etc. El punto de fondo es que la sociedad en su conjunto no está dispuesta a permitir la existencia de descarte de merluza común, por lo tanto se exige avanzar en medidas de administración y acciones de manejo que eviten las malas prácticas. La situación es muy distinta ahora, donde el Instituto de Fomento Pesquero lleva adelante un programa de seguimiento del descarte, próximamente comenzará el funcionamiento de cámaras a bordo, entre otras medidas. Sin duda, el país está bien encaminado, por lo tanto la fama del arte de pesca ya no corresponde a la realidad pesquera del país.

¿Cómo has visto evolucionar en las últimas décadas la pesca de arrastre en Chile en general y en particular la pesca de arrastre de merluza común?

En Chile se han realizado bastantes esfuerzos por incorporar mejoras tanto al arte de pesca como a la actividad en su conjunto. Estos esfuerzos se verifican en términos de estudios financiados por el país, así como innovaciones, evaluaciones y cambios realizados por los propios armadores. En todas las pesquerías que usan el arte de arrastre existen planes de manejo y planes de reducción del descarte y de la pesca incidental, por lo tanto resulta algo normal hablar ahora de sistemas de exclusión de lobos marinos, rejilla para escape de jibia, dispositivos de escape, paneles de escape de mallas cuadradas, etc. La evolución del arte de pesca y del nivel tecnológico en varias pesquerías es mucho más avanzado y nos pone en línea con países desarrollados en cuanto a cuidado del ambiente y sus recursos.

A tu juicio ¿Cuál es el principal problema de que recursos como la merluza común no se recuperen del delicado estado de conservación en el que se encuentran?

La recuperación de un recurso pesquero depende de múltiples factores que en mayor o menor grado afectan, ya sean ambientales, biológicos, tecnológicos y/o productivos. El recurso merluza común ha estado por más de una década en una condición de explotación que no es la deseada, y se deberían explorar estrategias para que la población se pueda recuperar. Algunas medias se han implementado, como por ejemplo un veda en el mes de septiembre, fijar tamaño mínimo de malla en redes de enmalle, uso de paneles de escape de malla cuadrada, reducción de cuotas de captura, entre las principales. Aun así, la condición de la población se mantiene en sobrexplotación. La evidencia reciente proporcionada por Sernapesca e IFOP indica que en algunas caletas y regiones existen niveles de subreporte en el desembarque que llevan a sobrepasar en un porcentaje significativo la recomendación de captura establecida por el Comité Científico-Técnico. De este modo, la población de merluza común difícilmente se puede recuperar.

Empresas como PacificBlu han logrado niveles de selectividad que superan el 98% en el caso de captura de merluza común ¿Qué opinión tienes de esto?

La pesca de merluza común es, en general, bastante limpia, lo cual se refleja en las capturas de PacificBlu y de otros armadores en la pesquería. Así lo demuestran los registros de los observadores científicos de IFOP. Esto determina que en esta pesquería la fauna asociada y el descarte son bajos. Ahora bien, aun cuando esta proporción sea baja, es posible realizar acciones específicas ya sea para evitar a algunas especies que habitan sobre el fondo marino, o bien, avanzar hacia su utilización. El caso de PacificBlu debe ser considerado como una referencia en cuanto a identificar un problema y avanzar hacia la mitigación parcial o total. Probablemente parte importante de la comunidad no conoce los esfuerzos que se han realizado, sin embargo en el contexto científico de la pesquería, los esfuerzos son conocidos y se valora la transparencia y decisión de la empresa por resolver los problemas.

¿Qué te parece las críticas que se hacen a este método de captura?

Las críticas siempre son necesarias, ya que ayudan a mejorar aquellos aspectos en que existe evidencia de problemas. Ahora bien, cuando la crítica no es constructiva, sino que por el contrario se vuelve destructiva, creo que caemos en un error profundo donde las posiciones polarizadas y extremas impiden diálogo y discusión. El método de captura no es el problema como se ha querido implantar en la opinión pública. De hecho, como ya lo señalé antes, Chile ya tiene pesquerías de arrastre de fondo certificadas bajo los más exigentes estándares de sustentabilidad, lo cual no hemos sido capaces de valorar como sociedad.

¿Hay espacio para seguir mejorando en la selectividad y buenas prácticas en el caso de la pesca de arrastre de merluza común?

Considero que siempre hay espacio de incorporar mejoras en las pesquerías, tanto en la selectividad como en las prácticas de captura, no solo en arrastre de merluza común sino en todas las pesquerías. Lo fundamental consiste en reconocer y consensuar un diagnóstico acerca de los desafíos de estas actividades, para luego establecer un plan de acción que considere investigación y evaluación de las mejoras.

¿Cómo ves el presente de una pesquería tan emblemática para nuestro país como lo es la merluza común?

Un recurso tan importante para la sociedad como es la merluza común no se merece el trato que la actividad pesquera le está dando. Con esto no quiero polemizar de quién es particularmente la responsabilidad, ya que lo más simple es indicar con el dedo a uno u otro sector, sino más bien reconocer que como país estamos fallando en recuperar esta pesquería. Ni la administración, ni las flotas ni los científicos estamos siendo capaces de sacar adelante a la pesquería.

¿Y su futuro?

El esfuerzo personal y del equipo de trabajo que lidero está orientado a contribuir para alcanzar pesquerías sustentables, apoyando a pescadores, organizaciones, armadores, o quienes están realmente comprometidos a avanzar en mejoras tecnológicas para reducir impactos de la actividad, para todos los artes y aparejos de pesca en todas las pesquerías que lo requieran. Pero eso es una parte del problema. Para el futuro de la pesquería se requiere resolver problemas de fondo en cuanto a la sobre capacidad instalada, cumplimiento de niveles de extracción recomendados, eficiencia productiva, etc. Se requiere un gran esfuerzo que tenga como propósito asegurar la recuperación y alcanzar la sustentabilidad de la pesquería.